Hay que sacarse ese chip de que todos son iguales, y hay que hacerlo cuanto antes.
Esta mentalidad no hace más que atrasar tu proceso de crecimiento emocional.
Recuerda que, cuando un patrón de relaciones se vuelve repetitivo en tu vida, es porque tienes que revisar qué es lo que pasa dentro de ti.
Si tus últimas 4 parejas han sido abusivas, ególatras, no te han tratado bien, y pare usted de contar aspectos negativos… es momento de ver qué hay en ti que está atrayendo ese tipo de personalidades a tu vida.
Ojo, esto NO quiere decir que tú te hayas buscado malos tratos ni nada por el estilo, es simplemente que, a veces, y por temas pasados (llámese infancia, por ejemplo), repetimos patrones de conducta sentimental que hemos visto en otros.
Quizás nuestros padres, abuelos, tíos, hermanos, todo tiene una repercusión en nuestras vidas que puede ser positiva o negativa.
Mi consejo siempre es revisarte a ti misma con ayuda de un profesional, pues nadie más tiene las respuestas a tus males.
Y el profesional tiene las herramientas para ayudarte a descifrarlas, por supuesto.
El punto de todo esto es entender que nadie es igual que nadie.
Ni ellos ni nosotras, porque aplica en ambos casos.
Y, mientras no cambies o mejores eso que necesita ser sanado, siempre habrá un nuevo “alguien” que te hará decir “¡todos los hombres son iguales… y las mujeres también!”
¿Te ha gustado este contenido? ¡Compártelo ahora!